Tomar conciencia ambiental,adquirir comportamientos sostenibles o valores ecológicos no es moda sino una necesidad.
No hace falta investigar mucho (nada) para ver como la tierra se deteriora, como nuestro planeta sufre las consecuencias de nuestra falta de humanidad.Educar en Valores Ecológicos: Una URGENTE NECESIDAD.
Debemos ser conscientes de que nuestro planeta es uno solo y de que los efectos negativos de los desequilibrios nos terminan afectando a todos por eso todos tenemos la responsabilidad de promover los VALORES HUMANOS que fomenten la solidaridad, la apertura y la tolerancia hacia los demás.
El amor por la naturaleza es un valor que debe inculcarse desde el hogar porque la solución a los graves problemas del mundo actual se halla en la EDUCACIÓN.
Los adultos tenemos la responsabilidad de enseñar a los más pequeños valores y hábitos ecológicos. Muchas comunidades autónomas y organizaciones no estatales están llevando a cabo campañas en colegios para enseñar a los niños la importancia de cuidar y respetar nuestro medio ambiente.Pero la labor de los padres es esencial en este proceso.
No sólo enseñarles lo que se puede hacer, sino predicar con el ejemplo.Es imprescindible que los padres seamos un modelo a seguir por eso, debemos asegurarnos de dar ejemplo, ya que nuestros hábitos y gestos enseñan a nuestros hijos cómo ser responsables con el medio ambiente.
Como padres, somos sus referentes, y si deseamos que sean consecuentes, capaces, responsables y comprometidos, deberemos transmitirles esos valores, para que comprendan la enorme importancia de la naturaleza y que preservarla es una tarea que nos corresponde a todos.
Sencillas ideas para promover valores ecológicos en niños
Os damos algunas pistas para hacerlo posible. Hay una gran cantidad de elementos que usamos diariamente, con los que podemos transmitirles una cultura sustentable, enseñándoles desde pequeños la importancia de cuidar el planeta.
Enseñar a ahorrar agua y energía (y predicar con el ejemplo) en casa es donde mejor enseñaremos la importancia de ahorrar energía y agua en nuestros hábitos diarios, Además de cómo, hay que explicarle al niño por qué. Si se le enseña que al lavarse las manos no hay que malgastar el agua y solo usar la cantidad necesaria de jabón, hay que comentarle que el agua es un recurso escaso del que dependemos. Los niños tienen que comprender que su vida depende del medio ambiente y que, si no se cuida, no podrán respirar, beber agua, comer, vestirse, etc.
Reciclaje: instruirlos para que aprendan a usar los diferentes contenedores que usamos para clasificar materiales reciclables fortalecerá su autonomía y creará en ellos el hábito de aprovechar los desechos.Una opción muy divertida para hacer con niños es que decoren las papeleras de reciclaje, y que dibujen los residuos que pueden tirarse en cada contenedor, pegando cada dibujo en los cubos de basura de casa, para que cuando tiren algo a la basura les sea más fácil saber dónde va.También son actividades perfectas para hacer con niños las manualidades con material reciclado hay verdaderas maravillas fáciles y muy divertidas que se pueden hacer con materiales desechados. Mira aquí unas cuantas ideas.
Relacionarles con la naturaleza. Porque no podemos amar lo que no conocemos, siempre que se pueda, hay que ir con ellos a la naturaleza, pasear, hacer excursiones, practicar juegos al aire libre, etc., para disfrutar de ella con respeto (evitar tirar residuos, no hacer fuegos, etc.)Cuando no se pueda ir a la naturaleza, conviene al menos acercarse a un parque urbano, una zona verde, un jardín botánico, etc.
También son muy positivas para nuestros hijos actividades como la granja escuela, para que conozcan la vida en una granja, donde cuidar los animales y los recursos de la tierra. Estas actividades al aire libre no sólo son positivas para que entiendan la importancia de proteger el medio ambiente, también el contacto con la naturaleza es bueno para su desarrollo.
Enséñales a cuidar el Planeta
La labor de concienciación debe ser constante, diaria, con paciencia. Hay que repetir las veces que sea necesario los consejos o las pautas que el niño debería adquirir. En vez de castigar las malas conductas ecológicas, es preferible reforzar y premiar las buenas. El niño lo interiorizará como algo positivo y le quedará mejor grabado para el futuro.
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